Ahorrar es imprescindible para tener unas finanzas sanas. El proceso de ahorro es sencillo: basta con guardar un porcentaje de tus ingresos antes de gastarlos. Tus ahorros sirven para muchas cosas, como eventos no previstos o para comprar algo que tiene un valor superior a tus ingresos cotidianos (como una casa o un coche). Independientemente de que se trate de una actividad sencilla, existen en el mercado varios tipos de cuentas de ahorro, que te ofrecen diferentes beneficios de acuerdo con el uso que quieras darle a tu dinero y el plazo en el que pretendas guardarlo. Aquí te damos una explicación breve de algunas de las más importantes. Recuerda que ahorrar debe ser un proceso en el que se involucre a toda la familia y hablar sobre los distintos tipos de cuentas antes de seleccionar una, puede ser una excelente actividad educativa para tus toda las familia.
Las cuentas que sirven para aumentar la rentabilidad
Casi todos conocemos este tipo de cuentas: ofrecen una tasa de interés más o menos alta, y esta se calcula con base en la cantidad de dinero que mantienes en la cuenta durante un mes. Este tipo de cuenta se diseñó para quienes pueden depositar montos fijos a lo largo del mes, y lo ideal es no usar ese dinero para permitir que crezca. Debido a la naturaleza de estas cuentas, pueden existir cobros cuando se excede el número de transacciones permitidas durante el mes, así que si quieres ver crecer tu dinero, evita retirarlo de esta cuenta.
Las cuentas para tus transacciones diarias
Para quienes reciben varios depósitos y necesitan disponer de dinero varias veces por mes (es decir, si este dinero lo vas a usar para pagos corrientes como la renta o los servicios de tu casa) lo más recomendable es una cuenta llamada transaccional. La tasa de interés que te ofrecen es baja (a veces nula), pero tienes la facilidad de retirar tu dinero en cajeros automáticos o sucursales bancarias, así como de realizar movimientos a través de internet por medio de la banca electrónica.
Cuentas de nómina
Para recibir tu salario, lo mejor es contar con una cuenta sueldo, o cuenta de nómina. Esta cuenta tiene funciones similares a las cuentas transaccionales, y tiene la ventaja de que usualmente no cobra cuotas por mantenimiento. Aun cuando la tasa de interés no es alta, este tipo de cuentas te ofrece beneficios como premios, bonos o préstamos.
Elige con cuidado, considera todas las opciones/beneficios, y selecciona bancos que tengan un historial probado. Recuerda que tus ahorros son la base para muchos planes a futuro y que protegerlos es tu responsabilidad.